Consulta Presidencial Divide la Izquierda: El debate dentro de la coalición Pacto Histórico
El Pacto Histórico, un conglomerado de partidos de izquierda en Colombia, se enfrenta a una encrucijada que ha abierto fisuras dentro de sus filas. El desencadenante es la consulta que definirá quién será el candidato presidencial del Pacto Histórico para las elecciones de 2026. Esta competencia interna, programada para el 26 de octubre de 2025, ha desatado un acalorado debate sobre su pertinencia y los intereses que representa.
Candidatos presidenciales para 2026

Frente al vacío que dejará la presidencia de Gustavo Petro, la consulta se convierte en el primer paso para definir la cara visible del Pacto Histórico hacia 2026. En la línea de salida se encuentran tres figuras prominentes:
- Iván Cepeda, un senador bogotano conocido por su defensa de los derechos humanos.
- Carolina Corcho, exministra de Salud y médica, quien representa una visión progresista en temas de salud pública.
- Daniel Quintero, exalcalde de Medellín, cuya cercana relación con Petro ha levantado sospechas sobre una candidatura favorecida.
Estos candidatos evidencian la diversidad interna del Pacto Histórico, reflejando una gama de corrientes ideológicas. Pero también, al mismo tiempo, estas diferencias han generado tensiones.
Desconfianza y unidad: Un dilema interno
El principal punto de contención radica en las suspicacias que rodean a Daniel Quintero. Sectores de la coalición temen que su candidatura esté en cierto modo respaldada por Gustavo Petro, lo que podría afectar la percepción de imparcialidad del proceso. La sombra de un “candidato del presidente” ha llevado a ciertos líderes a cuestionar la legitimidad de la consulta, temiendo un perjuicio a la unidad que peligra con años de arduo trabajo para consolidar el Pacto Histórico.
La importancia de la consulta
No obstante, críticos recalcan que este ejercicio es crucial para consolidar un frente amplio de cara a las presidenciales. La consulta no solo determinará al candidato, sino que también sentará las bases para acuerdos futuros en la gran consulta interpartidista planificada para marzo de 2026. Ante las divisiones, los voceros del Pacto Histórico abogan por la colectividad en las decisiones y por un proceso que, aunque complejo, asegure cohesión y fuerza electoral.
Aspectos técnicos y logísticos de la consulta
El proceso que se avecina cuenta con tutela legal y supervisión del Consejo Nacional Electoral. Más de 10,000 puestos de votación se preparan para acoger a los participantes. Esta convocatoria diferenciada de las elecciones generales permitirá a los votantes solicitar el tarjetón específico del Pacto Histórico.
Entre los factores logísticos, destaca que el Estado asumirá los costos, mientras que los partidos recibirán financiamiento conforme a la reposición de gastos electorales. La Procuraduría General también participará como veedora, garantizando así la transparencia del proceso.
Doble militancia: Una preocupación latente
Achecar asuntos de doble militancia y poder asegurar la integridad del movimiento es una de las prioridades dentro de esta consulta. Aquellos candidatos que no sean seleccionados no podrán postularse en otras formaciones políticas, lo que busca eliminar la fragmentación, aunque genera cierto recelo entre los partidos más pequeños que temen perder espacios de representación.
Consulta Presidencial Divide la Izquierda: La política colombiana en un punto de inflexión
El resultado de esta consulta será un termómetro de las fuerzas y divisiones internas dentro de la izquierda colombiana. Permitirá medir qué tan bien puede manejar el Pacto Histórico las presiones internas y externas. La competencia no solo se da por la presidencia; lograr una mayoría en el Congreso es otro de los objetivos estratégicos.
La capacidad de esta coalición para enfrentar y superar estas pruebas podría traducirse en un cambio significativo en el equilibrio político de Colombia. En un contexto de feroz competencia que caracteriza las elecciones, demostrar peso e independencia política es imperativo.
Voces del pueblo y de la militancia
La prueba que representa este proceso no solo es política sino moral. Cada militante, cada votante, aportará su voz para sostener la balanza del futuro del Pacto. Desde el más ferviente activista hasta el asesor más discreto, muchos han expresado en testimonios su deseo por una representación auténtica que surja desde la base, no de decisiones unilaterales.
“Queremos unidad, no imposición,” destaca un militante que ha apoyado el proceso. “La democracia interna es una fortaleza si sabemos utilizarla,” sentencia otro, reflejando la esperanza de muchos en el resultado de la consulta.
Política de Colombia: Hacia un nuevo horizonte en 2026
El Pacto Histórico se encuentra en un momento decisivo que definirá su estrategia de cara a las elecciones de 2026. La consulta es más que una elección interna; es una reafirmación de los valores democráticos dentro de una coalición diversa. Con el foco en la legitimidad y unidad, las expectativas están puestas en un proceso que, aunque divisorio, tiene el potencial de reforzar la estructura política del movimiento.
Las experiencias de otros movimientos similares en la región, como lo demuestran los casos en Chile y Argentina, sugieren que la forma en que se manejen estas tensiones internas será clave para el éxito electoral. El Pacto Histórico debe buscar inspiración en estos ejemplos y aprender de ellos, consolidando así un frente verdaderamente robusto y representativo.
El camino hacia 2026 no será sencillo. Sin embargo, la recompensa para el Pacto Histórico, si logra salir fortalecido de este proceso, podría ser un cambio significante en el tablero de la política colombiana, demostrando una madurez política y un compromiso arraigado con el cambio que ha prometido.
Para conocer más detalles sobre este tema y seguir la evolución de los eventos, puedes acceder al artículo original y más información detallada en Fuente original: La consulta para elegir al candidato presidencial del Pacto Histórico divide a la izquierda colombiana.
Nicolás Pabón es un periodista colombiano especializado en conflictos sociales, derechos humanos y política regional. Formado en la UIS, se ha dedicado a contar las historias que pocos quieren oír, desde veredas olvidadas hasta protestas reprimidas.









